Este domingo se podría haber puesto fin a casi dos años del golpe de Estado perpetrado el 12 de abril de 2012 en Bissau, pero se ha vuelto a retrasar. Las elecciones generales han pasado del 24 de noviembre de 2013 al 16 de marzo para, finalmente, trasladar la cita hasta el 13 de abril. Nadie sabe si será la definitiva. Un baile que no parece terminar nunca y acaba por desinflar aún más el ímpetu y la energía de la ciudadanía ante la esperanza de un cambio de rumbo.
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