Hubo un tiempo en el que nos quisimos mucho, periodistas y lectores. Después llegó una crisis que pensamos que era pasajera y le atribuimos los problemas a Internet. A ese tercero que entraba en la relación para destruirla. Quizá no supimos ver que las causas eran otras y se perdieron las formas, la ética, la credibilidad. En definitiva, la confianza. Y entonces llegó la ruptura. Los lectores os fuisteis. Dejásteis de creernos y nosotros, los periodistas, pasamos a ser un desesperado más que envía mensajes al móvil a las cuatro de la mañana pidiendo volver. No os vayáis. Amadnos. Ya nos hemos dado cuenta de que la red no era el problema.
Esta es la tesis que se manejó en el XV Congreso de Periodismo Digital celebrado en Huesca durante los días 13 y 14 de marzo. Como si fuera un gabinete psicológico se habló de las diferentes etapas que ha pasado el periodismo y su relación con el universo digital, desde la negación –esto no va a cambiar las cosas- a la aceptación –bien, ya sabemos que Internet está aquí y tenemos que vivir con ello.
“Tenemos que mirar al horizonte con optimismo. La solución está en la red”, señaló Elsa González, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) en el discurso inaugural. “Estamos ante un cambio civilizatorio. La accesibilidad a la información, la rapidez, han colocado a la ciudadanía en otra dimensión. Tenemos que aprender a relacionarnos con la ciudadanía”, manifestó la periodista mexicana de CNN en español, Carmen Arístegui. “Cuando los medios salieron a Bolsa y entraron los poderes financieros fue cuando esto se convirtió en un desparrame. En Internet está la oportunidad de los medios digitales, ya que tienen menos servidumbre y pueden obtener más margen de libertad”, reflexionó la reportera Olga Rodríguez. Ahí es donde quizá estaba el verdadero problema.
Nuevos modelos de negocio: ¿luz al final del túnel?
Las jornadas, en las que también participaron una multitud de estudiantes de periodismo llegados de todo el país, dieron lugar al debate y la reflexión sobre los nuevos modelos de negocio en Internet. De ellos hablaron Ignacio Escolar, director de eldiario.es, Jesús Maraña, director de Infolibre, Sergio Rodríguez, jefe de producto de elmundo.es y Silvia Barroso, responsable de ara.cat. Sus palabras alumbraron sobre el funcionamiento de los modelos basados en la suscripción y sobre el muro de pago, el famoso paywall, “un término pésimo que distorsiona la relación con el usuario”, apuntó Barroso. Por una razón evidente: los medios quieren volver a recuperar esa confianza con el lector y una muralla no es el mejor método.
“Lo que más valora el socio es que gracias a ellos el medio puede ser independiente”, insistió Escolar, quien aseguró que el 30% de la facturación de eldiario.es procede de las aportaciones de los socios, y que dibujó un panorama optimista sobre el curso de este medio desde su creación, con un crecimiento de la redacción y de los temas que se han tratado en el último año, como los correos de Blesa. También Maraña se mostró satisfecho y, aunque aseguró que “no hay recetas mágicas”, según él, el pilar fundamental para que la relación reporterismo-lector vuelva a funcionar es “intentar recuperar la credibilidad del periodista”, mantra al que también se acogió Barroso: “Lo que hay que ofrecer es un pacto con el lector, si apoyas al proyecto también nos comprometes a nosotros”.
Amor, mucho amor. Y también muchas ganas de contar el mundo con independencia, como constató Escolar, quien apostilló que, pese a todo, “la opinión pública jamás ha estado mejor que ahora. Hoy es mucho más difícil tapar una noticia que hace diez años cuando un presidente del Gobierno podía llamar a todos los periódicos para decir que el autor de un atentado había sido ETA”.
Más medios, más innovación, pero ¿y el dinero?
Precisamente, si algo ha dado lugar Internet es a la innovación. Para recuperar una relación es necesario implicarse, darle vueltas a la cabeza e intentar dilucidar qué es lo que quiere la persona amada. Qué no le estamos dando. Y lo emocionante es que ideas hay muchas, como el proyecto de radio online El Extrarradio, que dirige Olga Ruiz en Barcelona y que este año obtuvo el Premio Ondas de Innovación Radiofónica. La idea, “una revista sonora para la radio”, según Ruiz, ha tenido tanto éxito que en solo un año han conseguido 250.000 descargas con un modelo que se basa en el cobro de un euro por reportaje. Eso sí, aún tienen pendiente la rentabilidad, el gran caballo de batalla. “Sí, cobrar por nuestro trabajo sería un detalle”, comentó Ruiz, que afirmó estar a la búsqueda de patrocinadores. “Sabemos que no tenemos la audiencia de los grandes grupos. Eso sería absurdo. Pero el baremo de la publicidad tiene que cambiar. Los patrocinadores tienen que entender que estos proyectos también sirven para prestigiar su marca, más allá de la audiencia”, añadió.
En esta guerra, la de conseguir ser rentables y que el proyecto funcione, también se han embarcado los periodistas que en los últimos meses han montado otros medios en el ámbito digital. En el congreso se presentaron la revista de tendencias Don, Acuerdo.us, un medio que prioriza los grandes reportajes de investigación, The Objetive, un diario que apuesta por la información en imágenes, Porcentual, o cómo conseguir que el gráfico sea más informativo que un texto o una imagen, Tmex, el canal de televisión online creado por extrabajadores de Telemadrid, EnCubierta, una revista en formato ebook sobre las novedades en digital que aparecen en el mundo editorial, OntheRecord, que informa sobre temas de comunicación, MadridandMe, una agenda con planes de ocio, e Informacion Sensible, plataforma de crowdfunding para financiar información en forma de artículos, libros o documentales.
El paro, los ERES, los cierres de medios tradicionales están detrás de muchos de estos proyectos que un día vieron la luz porque sus creadores decidieron liarse la manta a la cabeza y aprovechar las herramientas que ofrece Internet a la hora de manejarse con vídeos, gráficos, en definitiva, con información interactiva, que es un valor añadido que no ofrece el papel. Hasta 318 nuevos medios digitales, según la Asociación de la Prensa de Madrid, han aparecido en los últimos meses. El romanticismo, la pasión que incentiva siempre esa “dulce condena” de la página en blanco, de seguir escribiendo, como dijo Daniel Montero, de Información Sensible. Pero sin olvidar que es necesario el apoyo económico, la financiación. El periodismo precario no es posible. “Emprender no es un camino de rosas, pero hay que aprender a manejarse”, apostilló Helena Vicente, de Ontherecord.
Millonarios digitales tras los medios de comunicación
Ante esta tesitura, ¿necesitamos ‘tenderos’ como Jeff Bezos para sobrevivir? Esa fue una de las grandes preguntas que irrumpieron en la última jornada del congreso. Llegaba a colación de la última jugada del dueño de la tienda online Amazon con la compra del prestigioso periódico The Washington Post el verano pasado, una estrategia que –ahora sí, dejémonos de romanticismos- según François Derbaix, uno de los fundadores de la web Toprural, estaba más diseñada como “una máquina contra los políticos que como amor al periodismo”.
En esta charla participaron Jesús Encinar, el fundador de Idealista.com, María Fanjul, CEO de entradas.com y el propio Derbaix. Encinar ratificó que había puesto en marcha Idealista News con 15 periodistas y que sí estaba siendo rentable. Y sin muros de pago. “Creo que una tontería. Es autoengañarse. Creo que el verdadero problema es que los directivos de los diarios viven en una realidad paralela, endogámica, y así es como han perdido la credibilidad y la confianza de los lectores”, aseguró. Acabáramos: una vez más, el problema no era Internet.
Pero entonces, ¿cómo seguir adelante? ¿Cuál es la receta de los millonarios? Tanto Encinar como Derbaix, miembro del Patronato de la Fundación Civio, una plataforma online “que publica esa información que no saca nadie a la luz”, según comentó, insistieron en que los medios tradicionales tienen poco que hacer ante la avalancha digital. “De todo esto hay muchos que no van a sobrevivir”, dejó caer Derbaix. Encinar también aniquiló cualquier sesgo romántico. “Si creas algo no puedes ir a un patrocinador diciéndole que es un proyecto bueno para los ciudadanos, sino que tienes que ir con un argumento financiero y decir, ‘esto va a ser un buen negocio’”. Su receta: tener mucho nicho, que viralice muy bien, que tenga unos gastos bajos y que participe de negocios en los que haya dinero.
Y sí, es posible que una cena con velas o un viaje siempre hayan servido para las reconciliaciones, pero estos días, el bullicioso palacio de congresos de Huesca, donde los estudiantes entraban y salían, hacían preguntas a los periodistas, también han demostrado que para que vuelva la llama de la pasión hace falta mucho más que eso. Hay que creer en ello. Ya lo dijo Kapúscinski: esto no es un oficio de cínicos ni hipócritas. Nos equivocamos con Internet. Ese no era el tercero en discordia de la relación. Simplemente, como ratificaron muchos de los que estos días pasaron por el congreso, hubo una época en la que entró el dinero y dejamos de creer en nosotros mismos.
Foto: Álvaro Calvo