Si no hay nuevos contratiempos, en semanas se procederá a crear el ‘banco malo’ de las radiales en quiebra, como “mejor fórmula para evitar la liquidación” de unos derechos de explotación que podría acarrear años de litigios entre Administración, concesionarias y banca acreedora, según afirmó el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá. La nueva empresa que reciba los activos tóxicos será 100% pública y sobre ella recaerá la responsabilidad patrimonial del Estado en el espinoso asunto del sobrecoste de las expropiaciones.
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