Las espadas están en alto en el Partido Socialista. La decisión de José Antonio Griñán de impulsar la renovación en Andalucía supone un cambio de ritmo que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no quería y que, hasta hace unos días, Griñán tampoco. El presidente andaluz dijo el 3 de junio que las primarias deben estar lo más cerca de los procesos electorales. Con aquellas declaraciones apoyaba el calendario de Rubalcaba. Ahora las cosas han cambiado, y no todos en Ferraz se explican el motivo del devaneo. A Griñán le quedan por delante casi tres años de Gobierno.
La decisión bordea, según un barón del PSOE, la ruptura del pacto alcanzado entre Rubalcaba y el presidente andaluz para frenar a quienes pedían adelantar las primarias a escala federal. Griñán avisó a Rubalcaba en la mañana del martes a través de una llamada telefónica. Esa misma noche se reunió con sus secretarios provinciales y les comunicó la decisión. Pocas horas después, Andalucía dirigía la filtración de la noticia que en la mañana del miércoles llevaban ya todos los medios de comunicación mientras se daba inicio al debate del estado de la Comunidad. El relevo y la renovación eran ya imparables, y el nombre de Susana Díaz, consejera de Presidencia de Griñán, estaba, para entonces, en boca de todos.
Quien ha mantenido sus acuerdos con Rubalcaba ha sido el líder socialista madrileño, Tomás Gómez, quien ha declarado que la decisión de Andalucía no debe afectar a los tiempos del secretario general. Sorprende la prudencia de un Gómez que tantas veces ha pedido impulsar el calendario de primarias. Rubalcaba y él mantienen, por ahora, su acuerdo de no interferencia en los problemas del otro. Ese pacto pasa por que Gómez deje en paz a Jaime Lissavetzky en la candidatura a la alcaldía de Madrid, mientras Ferraz no se interpondría en las decisiones de la federación madrileña.
Carme Chacón ha salido inmediatamente en defensa del gesto de Griñán. La exministra ha destacado la renovación generacional que se deriva de la decisión andaluza.
En el entorno de Eduardo Madina, la noticia ha caído por sorpresa. "Creo que hay claves de fondo que se sostienen mal", han señalado las fuentes del PSE consultadas, que inciden en la contradicción de que Griñán quiera alargar al máximo los tiempos de las primarias para la presidencia del Gobierno y acelerar la celebración de este proceso en Andalucía.
Según un dirigente socialista, la elección del mes de julio para la elección de candidato en Andalucía más que un gesto de democracia es un relevo dictado y con escasas opciones de discusión interna.
En la explicación del relevo por sorpresa algunos dirigentes sitúan la posibilidad de una ruptura del pacto de Gobierno que mantienen en Andalucía socialistas e Izquierda Unida.
