El comité de expertos convocado por el Gobierno presenta hoy de forma oficial sus propuestas para cambiar el sistema tributario español. Estas son algunas claves para entender qué supone esta propuesta.
¿Quiénes son estos sabios?
El Gobierno, mediante el consejo de ministros, nombró en julio de 2013 a nueve expertos que le hicieran un informe que tomar como base para una reforma tributaria. Son nueve hombres pero desde el Ejecutivo ya se ha advertido de que muchas de las reformas que se hagan tocarán temas como la familia, el incentivo a las mujeres trabajadoras o para las empleadas del hogar. Su masculinidad y su dilatada carrera académica en el estudio de los tributos son sus dos denominadores comunes.
El presidente del grupo, Manuel Lagares, fue el subsecretario de Economía en el primer Gobierno de la democracia (1977) y ha participado en todas las reformas fiscales, las mismas que se corregirán con esta. Además, también asesoró como sabio en el comité de expertos para reformar las pensiones para idear un factor de sostenibilidad.
¿Qué poder tienen?
El Gobierno se contradice con la importancia que da a la propuesta de los expertos. Por un lado, cuando convocó al grupo lo hizo con vehemencia sobre su relevante papel. Sin embargo, conforme han pasado los meses ha ido incidiendo en el papel deliberativo del grupo y ha ido escribiendo su propia reforma. Ya en las últimas semanas Hacienda ha dicho que tenía elaborada su propia reforma, que adelantó tímidamente en el debate del estado de la nación en el Congreso, y que hará un caso relativo a lo que propongan los sabios. Con probabilidad, utilizarán el informe para bañar de legitimidad las medidas más impopulares.
¿Su reforma no es la que hará el Gobierno?
No. Hacienda tomará ideas pero luego estas tendrán que pasar por el más duro de los barnices: la precampaña electoral. La reforma tributaria va a ser uno de los elementos más importantes para las elecciones europeas pero también, cómo no, para las generales convocadas en 2015 y que se harán en el primer año en vigor de la reforma.
¿Cuándo entrarán en vigor los cambios?
Las modificaciones tributarias, salvo las que tocan impuestos concretos como el IVA, el tabaco o las gasolinas, se hacen a ejercicio completo. La intención del Gobierno es que 2015 sea el primer año de vigencia de la reforma que finalmente se realice. Como telón de fondo juegan, no solo con el calendario electoral, sino con el peligroso optimismo de que la economía ya estará repuesta para entonces y poder lanzar así más rebajas electorales.
Necesito saber qué me va a pasar en 2015 para tomar decisiones en 2014
Pues sí. El periodo previo a una reforma tributaria genera en los agentes económicos una alta incertidumbre a la hora de invertir (o desinvertir). Además de que lo que se conoce hoy no tiene por qué cumplirse, quedan meses de reformas y contrarreformas en el tema tributario. Este Ejecutivo ha protagonizado sonoros bandazos legislativos con las normas a punto de ver la luz (es el caso sobre todo de la reforma eléctrica), así que hasta que no salga del Parlamento será difícil hacer una planificación tributaria.
Los ejes principales de la reforma se enviarán a Bruselas en el Plan Nacional de Reformas a finales de abril. En ese momento, las autoridades europeas pueden afear a España alguna de las propuestas ya que no garantizarán cumplir con los objetivos del déficit. Con las posibles correcciones, el Ejecutivo presentará en junio el proyecto de ley al Congreso. Como pronto, la norma verá la luz en noviembre.
¿Van a bajar o subir los impuestos?
Pues depende. Sin conocer la propuesta del Ejecutivo es difícil decir con certidumbre lo que va a suceder pero por lo que se ha filtrado hasta ahora, a unos les pueden bajar y a otros subir la carga tributaria. En el caso de las empresas, las que se beneficiaran de muchas deducciones pueden ver que su factura fiscal sube, pese a que el tipo nominal del impuesto que se les aplique baje.
Si es una familia con hijos puede ser que pague menos de IRPF pero si es un soltero puede ser que comparativamente pague más. Si se puede permitir tener una empleada del hogar con contrato, lo que ya se aventura como un patrimonio alto, puede ver cómo se beneficia de bonificaciones fiscales. Si era un autónomo que cotizaba por el régimen de módulos, este puede terminar y puede suponer que pague más al fisco. Y si tiene una segunda vivienda o un piso en propiedad, hay muchas papeletas de que se eleve su aportación tributaria. Lo cierto es que la casuística va a ser muy elevada y hasta no conocer la letra pequeña es difícil hacer un balance global.
Informe de los expertos para reformar el sistema tributario by eldiario.es