Se lo ha planteado, pero afirma que no lo va a hacer. El secretario general de los socialistas navarros, Roberto Jiménez, ha descartado presentar su dimisión después de que el PSN haya acatado el veto de Ferraz a la moción de censura que pretendía presentar contra Yolanda Barcina y que necesitaba los votos de Bildu para salir adelante.
En una entrevista en Hoy por hoy de la Cadena SER, Jiménez ha señalado que, aunque se ha planteado su dimisión, no va a hacerlo por responsabilidad y porque considera "kafkiano" que los socialistas acaben pagando la crisis que azota al Gobierno de Navarra "por intentar cambiar las cosas".
En cualquier caso, Jiménez ha reconocido la incomodidad del PSN con la decisión de Ferraz. "Pensábamos que era necesario tirar para delante con la moción de censura por higiéne democrática", ha explicado el líder del PSN.
Preguntado por si lo ocurrido ha sido fruto de la descordinación entre los socialistas navarros y la dirección federal, Jiménez ha asegurado que ambos han "ido de la mano desde el minuto uno", pero que la necesidad de contar con los votos de Bildu ha supuesto "una presión enorme". "Cómo se ve Bildu por debajo del Ebro no es igual a como lo vemos aquí", ha señalado. "El PSOE mira por cómo se puede entender la decisión en el conjunto de España y nosotros miramos a Navarra".
Sobre las consecuencias futuras de esta decisión, Jiménez ha reconocido que la ciudadanía de Navarra "tiene voluntad de cambio y quien sepa encauzar esa voluntad logrará buenos resultados electorales" y ha reiterado que había motivos "más que suficientes para una moción de censura". Entre ellos, ha recordado que el Ejecutivo que encabeza Yolanda Barcina, en minoría parlamentaria, ha sufrido esta legislatura la dimisión de cinco consejeros y 19 directores generales, además de una grave crisis en el departamento de Sanidad. "Lo más triste es que Barcina tiene 15 meses de prórroga, 15 meses de tiempo muerto para todos los navarros", ha concluido.
