Después de una carrera que se inició el pasado mes de febrero con la convocatoria de las primarias, finalmente el domingo día 9 se celebrarán las elecciones que deben elegir al próximo candidato socialista a la presidencia de la Generalitat.
Los candidatos son el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, y el alcalde de Faura (Valencia), Toni Gaspar, y el pasado lunes comenzó oficialmente la campaña con la celebración de dos debates entre los candidatos. La valenciana va a ser una experiencia piloto que servirá de guía, tanto por los aciertos como por los errores, al resto de federaciones. Un proceso que, pese a estar autorizado por Madrid, se ha visto con cierto escepticismo desde Ferraz.
Unas 68.000 personas están inscritas para participar en la convocatoria del domingo. De ellas, apenas 16.000 son militantes socialistas. El resto son simpatizantes que han tenido que realizar una inscripción previa y abonar 2 euros para tener derecho a voto en las primeras primarias abiertas que celebran los socialistas en España. A pesar de las numerosas inscripciones, con tres veces más simpatizantes que militantes y muy por encima de las expectativas, los socialistas no las tienen todas consigo respecto a que la participación sea muy elevada.
La suerte prácticamente está echada y el próximo domingo se conocerá quién dirigirá la nave socialista tras dos décadas de fracasos electorales en la Comunitat Valenciana. Pese a que los sondeos indican una debacle del Partido Popular que lidera Alberto Fabra, los resultados no son muy halagüeños para el PSPV. Sus propias encuestas vaticinan incluso una pérdida de escaños, aunque sí les dan la posibilidad de gobernar mediante acuerdos con las otras fuerzas de izquierdas del Parlamento valenciano (Compromís y Esquerra Unida).
Campaña de juego limpio
El proceso se ha caracterizado en su primera parte por el respeto y el juego limpio entre los candidatos, que se limitaron a anunciar sus propuestas y a criticar al PP y a la Generalitat por la gestión y el desgaste que casos de corrupción como el de Gürtel, Brugal o Emarsa, entre otros, generan en la imagen de la Administración y de la clase política valenciana.
Puig, que ha venido insistiendo en la necesidad de un adelanto electoral desde que Alberto Fabra consumara la condena a muerte de Canal 9, aboga por plantear el "problema valenciano" en Madrid, en referencia a la infrafinanciación autonómica, o proponer unos Pactos de la Generalitat que reúnan a partidos políticos y agentes sociales para "salvar el autogobierno y crear empleo".
Gaspar apuesta por "tirar algunas paredes" en la Generalitat Valenciana con medidas como la creación de una banca pública y facilitar una mayor participación de los ciudadanos. También es partidario de acabar con el aforamiento del presidente de la Generalitat y los consellers del Gobierno valenciano: "independientemente de lo que diga la ley, se debe renunciar a un privilegio que proviene del siglo XIX".
Ambos, además, han coincidido en su intención de revertir las privatizaciones impulsadas por el Gobierno valenciano en sanidad, el conocido como modelo Alzira, o en revisar los conciertos educativos.
Sin embargo, la pasada semana se rompía este clima de 'campaña limpia' con la aparición de un polémico fotomontaje en el que aparecía el alcalde de Faura bajo la leyenda 'Caminando entre dinosaurios'. En la imagen, aparece rodeado del actual secretario general de los socialistas valencianos, además de otros históricos del PSPV-PSOE como Joan Lerma, Ciprià Císcar, Carmen Alborch, Joan Calabuig o José Luis Ábalos.
El autor del cartel, Jordi Vila (alcalde del Palomar y secretario de Organización del PSPV de la Vall d'Albaida), fue inicialmente expedientado y se le apartó del proceso de primarias, aunque posteriormente la Comisión de Garantías socialista, a petición del propio Puig, le 'indultaba' al considerar que la imparcialidad del proceso está garantizada. Gaspar lamentaba que este incidente hubiera tenido protagonismo durante las primarias, al tiempo que criticaba que la Comisión de Garantías del PSPV-PSOE "pierda tiempo" tratando este tema.
Críticas de Gaspar
El aspirante, que pide el voto bajo el lema de "seguimos o cambiamos", ha endurecido su discurso en esta última semana de proceso, durante la campaña propiamente dicha. La semana empezaba con un debate en el que se mostró muy agresivo, criticando lo "precipitado y atropellado" del proceso de primarias: "Si se hubiese hecho de otra forma, podría haber sido mayor la participación".
También se ha manifestado en contra de que se haya aparcado la campaña de las elecciones europeas por las primarias y se ha quejado de la falta de equidad entre los candidatos, debido a que Puig sigue siendo el secretario general del partido. A su juicio, esto ha podido generar dudas acerca de una "desigualdad aparente" entre los candidatos. Otra crítica vertida es la referida a que se le ha ocultado el censo de militantes.
Ahora falta por ver si estas críticas pasarán factura a partir del próximo lunes, en el caso de que gane las primarias el actual secretario general de los socialistas valencianos. O cómo gestiona el PSPV-PSOE –muy dado a las familias– la bicefalia que pueda producirse en el caso de un triunfo del aspirante, con Puig mandando en Blanqueries –sede del PSPV– y Gaspar como candidato con posibilidades reales –pactos mediante– de ser el próximo presidente de la Generalitat Valenciana.