Miembros de la organización ecologista Greenpeace han amordazado esta mañana a los leones del Congreso en una acción de protesta contra la nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Dos de los activistas, que portaban cartales con el lema "No a la #leymordaza", han sido conducidos a comisaría tras la protesta.
La de este jueves no es la primera protesta de Greenpeace contra la reforma de la norma promovida por el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz. El pasado 23 de noviembre, activistas de la organización ecologista desplegaron en el Edificio España de Madrid una pancarta de 315 metros cuadrados en contra del "recorte del derecho a la protesta pacífica" que, según Greenpeace y otros colectivos, persigue la nueva Ley de Seguridad Ciudadana.
Con esa actuación, la organización inició una campaña en contra de la ley, que sanciona con elevadas multas formas de protesta habituales de Greenpeace como encaramarse a edificios o la resistencia pasiva, y que hoy ha continuado con la acción que ha tenido lugar a las puertas del Congreso.
Según el borrador de la ley, escalar cualquier edificio de interés "histórico-artístico" será una infracción grave que puede conllevar una multa de entre 1.000 y 30.000 euros, igual que perturbar la seguridad ciudadana frente a las sedes del Congreso de los Diputados, el Senado y las Asambleas Legislativas de las comunidades autónomas, aunque no estén reunidos. Sumando las multas por resistencia a la autoridad e incitación, la multa alcanzaría los 90.000 euros.
