La Guardia Civil elaboró un complejo dispositivo marítimo para llevar a su director general desde Algeciras hasta Ceuta el pasado día 12. Según fuentes del cuerpo armado consultadas por eldiario.es, se utilizó una de las principales embarcaciones destinadas al control de fronteras bajo la coordinación europea de Frontex. Arsenio Fernández de Mesa cruzó El Estrecho de Gibraltar en la patrullera Río Miño, a bordo de la cual volvió a la península tras su visita a la ciudad autónoma.
Esta patrullera, de 50 metros de eslora, tiene una tripulación de quince personas y cuenta con helipuerto a bordo. Se trata de un enorme barco construido en Japón y que en principio se dedicó a la actividad pesquera hasta su reconversión en buque militar. Según la Guardia Civil, el mal tiempo de aquellos días recomendó el uso de ese buque para trasladar al gabinete del jefe de la Guardia Civil.
Una fuente oficial de la Guardia Civil argumenta que "la climatología [el estado del tiempo] esos días estaba muy mal y se desaconsejó un viaje en helicóptero o en otra patrullera más pequeña". Por ese motivo, Fernández de Mesa utilizó un buque oceánico para cruzar El Estrecho. Según fuentes oficiales de la Guardia Civil, la Río Miño no alteró esencialmente sus planes de navegación previstos para ese día. Según estas fuentes, se dio la casualidad de que el barco tenía previsto desplazarse a Ceuta desde su base en Cádiz para repostar, con lo que el viaje oficial "no habría alterado sus planes de navegación sustancialmente".
La patrullera Río Miño es uno de los principales apoyos materiales de la Guardia Civil para el control de fronteras. Con una autonomía de navegación cercana a los quince días, patrulla por todo el Mediterráneo y parte del Atlántico. Durante los años más intensos de salida de cayucos, la Río Miño pasó largas temporadas en las costas de Senegal y Mauritania controlando el paso de embarcaciones con destino a Europa. Entre sus atribuciones, se encuentra también el control de campañas pesqueras, como la de la caballa que acaba de empezar en el Cantábrico, a donde se desplazó la embarcación tras dejar a De Mesa de vuelta en la península.
La oposición en el Congreso duda, sin embargo, de lo ajustado del gasto que conlleva disponer de un buque oceánico para el traslado de autoridades. Por ello, el PSOE ha pedido al Gobierno que confirme si utilizó esta gran patrullera para el desplazamiento del alto mando de la Guardia Civil.
Arsenio Fernández de Mesa llegó a Ceuta el pasado día 12. Su visita se produjo en medio de la creciente polémica alrededor de la muerte de 15 inmigrantes cuando intentaban entrar en España por la frontera marítima de Ceuta.
En aquella visita, el alto mando de la Guardia Civil animó a sus agentes y anunció querellas criminales contra quienes injuriasen o calumniasen al Instituto Armado; toda una operación para elevar la moral de los agentes desplazados en esa frontera. Para su discurso, De Mesa se atavió de verde oliva con un chaquetón oficial de la Benemérita.