El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha defendido la actuación del Instituto Armado en Ceuta y ha asegurado que la muerte de los 14 inmigrantes no se produjo en territorio español y que ninguno de ellos llegó a pisar suelo nacional.
Fernández de Mesa ha sostenido que ninguno de los inmigrantes "pisó suelo español" gracias a la intervención disuasoria de la Guardia Civil, que utilizó material antidisturbio para "cumplir la ley e impedir que inmigrantes ilegales entraran en España a través de la valla". Sin embargo, fuentes oficiales de la Guardia Civil han declarado lo contrario a eldiario.es y han reconocido la devolución de estas personas a Marruecos, después de la publicación de un vídeo que lo constata, emitido inicialmente en La Sexta Noticias.
Las pelotas de goma y balas de fogueo, ha añadido, fueron utilizadas y así lo reconoció su departamento "desde el primer momento", aunque nunca para disparar directamente contra ningún inmigrante. Los disparos, ha precisado, se dirigieron para salvar la valla y disuadirlos en su intento de saltar la frontera. Varios testimonios de inmigrantes recogidos por eldiario.es niegan esta versión y aseguran que los disparos continuaban cuando estaban en el agua lo que causó "ataques de nervios" de algunas de las personas que trataban de acceder a Ceuta a nado.
Además, Fernández de Mesa ha negado que los que intentaban llegar a España bordeando el espigón llevasen "manguitos o flotadores", por lo que asegura que no se disparó directamente a éstos. Los agentes "ni mucho menos van a disparar a personas que están tratando de sobrevivir. Es indecente decirlo", ha declarado, para posteriormente insistir en que "jamás le echarían la mano al cuello a alguien que se está ahogando".
Según el director de la Guardia Civil, a pesar de que no estaban en aguas españolas, los agentes desplegados en la frontera ceutí se pusieron a disposición de las autoridades marroquíes para repeler una "avalancha" de inmigrantes que trataban de acceder a Ceuta "en un plan muy agresivo". Otros testimonios de los afectados recogidos por la ONG Caminando Fronteras confirman el uso de piedras, aunque matizan que ocurrió "cuando ya estaban algunos cuerpos sin vida en el lado marroquí" y reconocen que "en un ataque de rabia rompieron marquesinas de la Guardia Civil desde Marruecos".
"Aquí lo que ha habido es un hecho luctuoso, dramático, lamentable, pero no en territorio ni en aguas españolas", aseguró Fernández de Mesa en declaraciones a varias radios.
Defiende el cumplimiento de la ley
El director de la Guardia Civil ha defendido el estricto cumplimiento de la Ley de Extranjería. "Es inaudito cuestionar a la Guardia Civil. No ha habido que lamentar en todos estos años un solo muerto por la actuación directa de la guardia civil", recordó al tiempo que señalaba que la Benemérita ha rescatado en la mar a 3.454 inmigrantes en 2013 y a 172 en este pasado mes de enero.
Según la Ley de Extranjería, "si una persona accede a España de forma irregular, los encargados de la custodia de costas y fronteras que hayan interceptado a los extranjeros –Guardia Civil en este caso– los conducirán a la mayor brevedad posible a la correspondiente comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, para que pueda procederse a su identificación y, en su caso, a su devolución". Además, el extranjero "tendrá derecho a la asistencia jurídica, así como a la asistencia de intérprete". Hay imágenes que demuestran que la Gendarmería, al menos en lo que respecta a la devolución de inmigrantes, incumplió esta legislación.
Fernández de Mesa tiene previsto desplazarse el próximo martes a Ceuta en un viaje que ha retrasado por las malas condiciones meteorológicas. Además, ha ordenado que se realice un informe "completo" -"incluso de lo ocurrido en la playa"- antes de la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que el propio director de la Guardia Civil precisó que sería el próximo jueves.
