Prácticamente un año después de que el presidente del PP-A Juan Ignacio Zoido comenzara a manifestar en su entorno -en verano de 2013 ya lo diría abiertamente- que no quería ser el candidato para las próximas elecciones autonómicas, la formación convocará este miércoles el congreso del que debe salir su nuevo líder, que también será el cabeza de cartel. Se pondrá fecha para el fin de este largo periodo de sucesión para el que han sonado muchos nombres, pero donde podría imponerse el primero y el que señaló el propio Juan Ignacio Zoido, y favorito de María Dolores de Cospedal: el del actual vicesecretario general y alcalde de Tomares, José Luis Sanz. Eso si se llega a un acuerdo sobre las discrepancias que todavía continúan y que este martes provocaban incluso la suspensión de la cena prevista con los presidentes provinciales, en la víspera de la junta directiva regional, porque desde la calle Génova llegaban nuevas "dudas" sobre este perfil que han molestado en el PP-A.
No hay un 100% de consenso tampoco en Andalucía -las direcciones provinciales de Málaga y Cádiz están descontentas con el proceso- y se suman ahora las discrepancias llegadas desde Madrid, con la excusa ahora de que José Luis Sanz no es diputado y no podrá hacerle frente a Susana Díaz en el escenario del debate político por excelencia, el Parlamento de Andalucía. Incluso se ha vuelto a poner sobre la mesa la opción de la parlamentaria y alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, y hasta el del portavoz en la cámara, Carlos Rojas. Lo cierto es que, sumando a esto las maniobras en contra de Javier Arenas y los que creen que José Luis Sanz puede no salir bien parado por su gestión del caso Tomares, todavía horas antes de esta reunión trascendental no está todo claro. De momento, este miércoles está previsto que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, almuerce en Sevilla con los líderes regionales y los presidentes provinciales para intentar llegar a la reunión con todo cerrado.
En este contexto, en el partido son conscientes de que no habrá uno a gusto de todos, pero no quieren dilatar más un proceso que entienden que les está perjudicando, cuando el PSOE-A lleva meses promocionando a Susana Díaz y reprochándole a la oposición su descabezamiento. Por eso, la cuestión está en conseguir pactar equilibrios de fuerza en la nueva dirección regional para que al cónclave se llegue con un único aspirante, como siempre. Básicamente porque quieren hacer una demostración de unidad, teniendo en cuenta, como recuerdan desde el partido, que en los congresos de los populares, "y aunque muchos insistan en decir que no, también se vota para nombrar al candidato, y con urnas".
Los sucesivos toques dados por Mariano Rajoy los últimos meses -el más sonado cuando a finales de noviembre paró el anuncio de que la decisión estaba cerrada en torno a la figura de José Luis Sanz y dejó al pie de los caballos a los suyos en Andalucía- habían comenzado ya a desesperar al PP-A. Por eso, el también alcalde de Sevilla tenía claro que no se volvía de la convención nacional celebrada el pasado fin de semana en Valladolid sin la situación desbloqueada. Creían que estaba todo hecho, y por eso en las últimas horas ha sido "muy mal recibido" que se muestren de nuevo recelos desde Madrid, según reconocen fuentes del PP-A.
Las mismas fuentes apuntan que "bajo ningún concepto" se quiere suspender la junta directiva regional y que, como mucho, se tardará un poco más en conocer quién es el aspirante de cara al congreso, para el que probablemente se agote el plazo de 30 días y no sea hasta principios de marzo. "No tiene por qué ser todo este miércoles. El objetivo es conocer la fecha del congreso. El candidato, o candidatos, se puede saber el mismo día o dentro de una semana", insisten.
En cuanto al lugar de celebración, es algo en lo que también trabaja actualmente la dirección provincial, dado que el anterior fue en Granada, y previamente en Málaga. Hace tiempo que no se celebra en Sevilla y tocaría en la capital hispalense, si bien hay quien apuesta por descartar esta opción para no herir sensibilidades entre los que critican ese centralismo y que, encima, fuera para elegir a un candidato de la misma provincia, frente al peso que reivindican otros, especialmente desde Málaga.
El control de la importante federación está siendo disputado, independientemente de que encabezar las listas para las próximas elecciones autonómicas tiene para muchos más entrega que ilusión, a juzgar por unas encuestas que auguran una reedición del pacto entre PSOE-A e IU. Es más, son muchos los que piensan que si ni con Javier Arenas y en pleno escándalo de los ERE no se consiguió mayoría absoluta en Andalucía, el nuevo candidato tiene un caramelo envenado por delante.
Unas quinielas con muchos nombres
Desde Andalucía llevan presionando a María Dolores del Cospedal para que acelere el proceso desde que José Antonio Griñán anunciara el pasado mes de junio que dejaba el mando del PSOE-A. Desde ese momento, se han ido tachando nombres en las quinielas del partido que ganó las últimas elecciones autonómicas. El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, que había estado hasta hace unos días en la parilla de salida con José Luis Sanz, y era más del gusto de Málaga y Cádiz, ha optado esta misma semana por dar un paso atrás y recurrir al argumento de que está por la labor de dedicarse en cuerpo y alma a la alcaldía. Precisamente, el motivo aludido por Juan Ignacio Zoido para dejar la presidencia y ni siquiera intentar la candidatura que anteriormente encabezó Javier Arenas, dándole a la formación los mejores resultados de su historia en la comunidad autónoma en los últimos comicios.
También se ha barajado, además de a los citados, al secretario de Estado de Igualdad, Juan Manuel Moreno Bonilla. Incluso a dos de los ministros andaluces: Miguel Arias Cañete, con ambiciones para las elecciones europeas y erosionado en Andalucía por las recientes negociaciones de la Política Agraria Común (PAC), y Fátima Báñez, aunque ella ha manifestado en su entorno que no le gusta la idea y tampoco le ayuda en la región con más paro del país que esté al frente de las políticas de empleo.
Ocurra lo que ocurra, lo que parece claro es que Juan Ignacio Zoido no evitará lo que más le está costando estos meses y es tener que estar en el cara a cara con Susana Díaz en el pleno de la próxima semana en el Parlamento de Andalucía. Le hubiera gustado ahorrárselo, como las bromas que en torno a esto hacen socialistas e IU desde hace meses.