Y hasta celebran cumpleaños, como el Mercado de La Buena Vida, un "punto de encuentro" para todos aquellos que quieren consumir de manera saludable, socialmente responsable y ecológicamente sostenible. Que además está de moda: "Lo respaldan las cifras de los estudios del ministerio de agricultura y la comusión europea -explica María Álvarez, una de las organizadoras.- El consumo de alimentación ecológica está creciendo al 7% anual".
Curiosamente, España está a la vez en la cabeza y la cola de esta tendencia porque, aunque somos el principal productor de productos orgánicos, los consumimos poco. "En Europa el 15% del consumo es de productos organicos y en España es sólo del 2%".
El retraso podría ser cultural (mucha gente no ve la diferencia entre el producto orgánico y el industrial), pero el principal motivo es que el comercio tradicional no se ha subido a ese carro, ni al del consumo local. "Los supermercados británicos se preocupan por vender fruta local y de temporada, para mejorar el uso de energía -observa Álvarez.- Nosotros seguimos trayendo plátanos de America Latina".
"La gente se preocupa más de lo que compra, se interesa por el consumo de productos ecologicos -observa María- pero el proceso es complicado porque el control de la distribución en España es una salvajada. Los supermercados controlan totalmente el mercado". Por eso se creó el mercado de La Buena Vida, un canal para que agricultores y ganadores se encuentren directamente con el publico el primer fin de semana de cada mes. Diecisiete ediciones más tarde celebran su primer aniversario. La cita es de 11 a 8pm en el Hub Madrid, en el barrio de las Letras.
Orgánico, artesanal, sostenible
Hay de todo para todos los públicos: desde grupos de mujeres de 50 años y pocas oportunidades de empleo que deciden crear una huerta, hasta grupos que trabajan con discapacitados, un montón de proyectos de economia social que beneficia la cultura local y que ha recibido ya 30 mil visitantes. Están Fernando Campoy con su cerveza artesana Domus -pionero en un mercado dominado por Heineken y Mahou- y Campo de castilla, un grupo de mujeres en paro que se hicieron hortelanas de la noche a la mañana. Solyfruta ofrece aguacates y mangos en la costa del sol y la Ecovera vende huevos ecológicos de gallinas criadas en libertad. También hay quesos artesanos y los no vegetarianos podrán comprar embutidos sin hormonas ni antibióticos en el stand de Biobardales.
Entre los más peculiares, Natur Crunch es un proyecto nacido en la Universidad de Almería que hacen chips de frutas, mientras que Lilliput son dos ingenieros que trabajan el cultivo de germinados y brotes verdes. A partir de este sábado, La Buena vida amplía la oferta con unas cestas de frutas y verduras de diferentes cooperativas, un grupo de consumo para urbanitas irredentos. Por no hablar de las tapas a un euro, para picar y merodear.
Soy agricultor: ¿puedo participar?
"A dia de hoy toda la gente que tenemos tiene un proyecto social -explica la organizadora- cooperativismo, recuperación de especies, medioambiental, pesca sostenible". Para evaluar la participación de productores y cooperativas, hay que cumplir al menos uno de los tres requisitos: ser produción ecologica, artesana o local. Hay muchas oportunidades porque los proveedores rotan, y también quedan nichos por cubrir como, por ejemplo, las legumbres. "Nos cuesta encontrar legumbres ecológicas -reconoce María. También están particularmente interesados en productos innovadores, que propongan fórmulas que mejoran la vida, como los zumos verdes de Liliput. .
Su proyecto está destinado a mejorar la vida de la comunidad, pero no cuentan con apoyos institucionales. "Nos apoyan entidades privadas pero publicas ninguna -termina María- aunque tenemos muy buena relación con el director de cadenas alimentarios del Ministerio de Cultura. Nos han ayudado mucho el COAG y las Asociaciones de Agricultores. Sin olvidar al Hub Madrid, el espacio de emprendedores donde celebran mañana su cumpleaños.