Las convenciones de los partidos son un ejercicio de autobombo y la que el PP celebrará este fin de semana en Valladolid no va a ser una excepción. Concebida como una "renovación del compromiso con la sociedad" y como una forma de publicitar que el programa de reformas "empieza a dar sus frutos" según Mª Dolores de Cospedal, en la reunión de los conservadores no se hablará de los asuntos por los que más se protesta en la calle. Ni el aborto ni la vuelta de la religión gracias a la LOMCE, la pobreza infantil, los desahucios, la violencia de género o la pobreza energética tienen cabida.
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