1.- Análisis del cuarto trimestre de 2013: Leve mejoría del empleo y del paro, pero con grandes sombras
El empleo ha tenido un comportamiento relativamente positivo, registrando el descenso intertrimestral más reducido en el contexto de la crisis, y en realidad un levísimo crecimiento en términos desestacionalizados (si bien, en términos anuales, desciende en prácticamente doscientos mil ocupados).
Pero, ese comportamiento más favorable resulta matizado por varios aspectos negativos:
Por un lado, la continuación del ajuste de empleo en el sector público, que desmiente la idea de que este proceso ya había terminado.
En segundo lugar, que el crecimiento del empleo se ha generado solamente en la agricultura, y este es por su naturaleza claramente temporal, lo que indica que por el momento no se puede hablar de que el empleo haya comenzado a crecer. Todavía en este trimestre, tanto los servicios, como la construcción y la industria han destruido empleo.
Tercero, que el crecimiento del empleo se concentra en el tiempo parcial, mientras se registra una fortísima caída del empleo a tiempo completo. Lo que indica que hay una profunda diferencia entre el empleo que se crea y el que se destruye: se pierde empleo de más calidad, más productivo y con mayor intensidad de ocupación y salarios. Y se crea empleo más precario y marginal.
Por otro lado, en el trimestre se produce una nueva caída –aunque muy leve- del paro, lo que aun siendo un dato claramente positivo tiene necesariamente que ser analizado a la luz de cuatro elementos que se producen conjuntamente con aquel:
La nueva caída de la población activa, que se acumula a las de los cinco trimestres anteriores. El desempleo, por lo tanto, no se reduce porque crezca el empleo, sino porque los activos se reducen: una parte de los desempleados está saliendo del país.
La ausencia de reducción de la tasa de paro, que se mantiene en un altísimo 26%, la misma cifra que en el trimestre anterior y que un año antes.
El fortísimo crecimiento del paro de larga duración, porque el número de personas que permanecen en el desempleo desde hace más de un año ha crecido en 55.000 en solo este trimestre, y en 163.000 en el último año.
El número de hogares que se sitúan en la marginación social y la pobreza, aquellos que tienen todos sus miembros en paro, aumenta en 25.000 más este trimestre, alcanzando ya una sobrecogedora cifra de 1.830.000 hogares.
2.- Tendencias de fondo. De no cambiar la política económica, en 2014 no veremos apenas creación de empleo, y la desigualdad y la pobreza volverán a aumentar.
El crecimiento económico previsto para 2014 es tan escaso y tan próximo al estancamiento que no puede dar lugar a una verdadera recuperación del empleo.
A ello hay que añadir las debilidades de la actual salida de la crisis que está haciendo la economía española. En particular, cuatro destacan:
La ausencia de crédito por parte de las entidades financieras, a pesar de las inmensas ayudas que han recibido y de la disposición de liquidez en abundancia (que sin embargo destinan a mejorar sus balances y cuentas de resultados mediante la compra de deuda pública).
El debilitamiento de las exportaciones españolas que, supuestamente, iban a ser el motor de la economía. El agotamiento exportador que hace difícil que se produzcan crecimientos permanentes, la apreciación del euro debido a la errónea política monetaria del BCE, y la incertidumbre que rodea la evolución de la economía mundial, son tres factores que apuntan que la vía del crecimiento a través de la demanda externa puede estar a punto de fracasar.
La contracción de la demanda interna, debida tanto a la política de devaluación y depresión salarial adoptada, como a las dificultades de inversión para las empresas.
El elevado endeudamiento, no sólo público, que ya es superior a la media europea, sino también privado, lo que condiciona enormemente la evolución futura del consumo privado y de la inversión.
La segunda tendencia de fondo, junto al escaso crecimiento de la economía y del empleo, y a las debilidades que aquejan al proceso, es la precarización de la mayoría de la sociedad: