Los correos de Miguel Blesa podrían volver a los juzgados como prueba, en este caso, para la investigación de la comercialización de las participaciones preferentes. Una acusación personada en la pieza separada del 'caso Bankia' que investiga la venta de estos productos financieros ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que incorpore los emails del expresidente de Caja Madrid a la causa al considerar que "pueden contener pruebas de planificación llevada a cabo desde Caja Madrid para capitalización con la venta de preferentes".
En el escrito remitido a la Audiencia, la representación legal de los preferentistas señala que la dirección de Caja Madrid conocía "el deterioro" que sufría la entidad financiera y lo ocultó en la comercialización de estos productos de alto riesgo, que atrapó a miles de clientes de la entidad y volatilizó sus ahorros. La emisión de preferentes se produjo en 2009, cuando la crisis económica ya había estallado. Igualmente, apunta que la cúpula directiva escondió "el verdadero perfil del producto a la red de asesores" ocultando que se "trataba de un producto inadecuado para clientes de perfil moderado o conservador". La acusación considera que estos hechos se pueden probar con las actas de las reuniones del Consejo de Administración, así como con los correos del exbanquero.
La Sala Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional se pronunció en términos similares y dio vía libre al magistrado Fernando Andreu para que investigue a la cúpula de Caja Madrid por la emisión de las preferentes. Los jueces también sospechan que Blesa y el resto de directivos pudieron intentar "disfrazar la situación de insolvencia" en la que se encontraba la caja de ahorros con la comercialización de preferentes. El juez Andreu tiene en sus manos citar a Blesa para que dé explicaciones sobre la emisión de preferentes.
Los correos del expresidente de Caja Madrid que ha publicado eldiario.es demuestran que la euforia de Blesa y sus directores generales ante las cifras "de récord" el día en que salieron al mercado las preferentes sin que ninguna alarma empañara el 'éxito'. De hecho, el día anterior a que se lanzaran, Blesa mostraba su "miedo" por "los excesos de celo de la red [de oficinas]". Además, en un principio, el propio presidente de la entidad no quiso comprar participaciones: "Tengo dudas con los plazos", alegaba en confianza. Blesa venció sus susceptibilidades personales y acabó invirtiendo al menos 150.000 euros de su patrimonio en este producto, aunque originalmente su asesora de inversiones le propuso que metiera hasta 250.000 euros.
Los emails de Blesa fueron declarados nulos en la investigación que llevaba a cabo el juez Elpidio Silva por el crédito que la entidad concedió a Gerardo Díaz Ferrán, pero podrían volver a investigarse si un juez se los reclama a Bankia.