Las renovables critican la inseguridad jurídica, la retroactividad y el peaje al sol de la nueva ley. Las eléctricas claman contra el déficit de tarifa de 3.600 millones en 2013 después de que el Gobierno les retirara esa cantidad prevista. Y la oposición, este jueves, ha condenado la gestión del ministro de Industria, José Manuel Soria, en relación con el recibo de la luz: se anuló una subasta que fijaba una subida del 11%, que él calificó de "burla manipulación", para que el Gobierno estableciera en el último Consejo de Ministros del año un alza del 2,3%.
Pero el ministro no lo entiende: ni a las renovables, ni a las eléctricas ni a la oposición. Hasta el punto de decir en la comisión de Industria y Energía del Congreso: "Es insólito en esta Comisión, en el parlamentarismo y en la historia de la política española oponerse a una actuación del Gobierno fruto de la cual la luz no sube un 11% y lo hace un 2,3%. Tendrán que explicarlo a los ciudadanos".
Soria ha comparecido para explicar el decreto del pasado 27 de diciembre por el que el Gobierno fijaba el precio de la luz para "el primero o los dos primeros trimestres del año", se dijo entonces. Ahora parece que sólo será el primer trimestre. ¿Y qué pasará después? Pues el ministro no ha dado pistas en la comparecencia en el Congreso, pero sí horas antes, por la mañana, antes de participar en el Spain investors day, un foro de inversores internacionales al que acuden los ministros económicos del Gobierno promovido por la consultora Estudio de Comunicación, presidido por el rey Juan Carlos y en cuyo consejo rector están BNP, AON, Deloitte, Cecebank, Prisa, IEAF y Grant Thornton, entre otros.
En este foro, con empresarios e inversores, Soria ha explicado: "La revisión [del recibo de la luz] dependerá de la determinación que tomemos. Hasta ahora ha sido trimestral. Probablemente haya un plazo mayor que ese trimestral". Y añadió: "Muy probablemente va a seguir siendo un sistema de subasta, si bien un sistema de subastas múltiple. No solo una subasta, sino que podamos tener más elementos de referencia a la hora de poder fijar ese precio". Para concluir: "Ahora estamos trabajando en un mecanismo que pronto llevaremos a la Comisión Delegada para Asuntos Económicos para fijar el precio en los próximos meses".
En el Congreso, en cambio, ni ante los diputados de la oposición ni ante los periodistas presentes, el ministro Soria ha dado ningún detalle sobre cómo se va a calcular el precio de la luz: tan solo ha leído el texto del decreto aprobado hace tres semanas, ha defendido su ley del sector eléctrico –aprobada el 19 de diciembre sin estar él presente en el Congreso–, ha mostrado datos de que con el anterior Gobierno socialista la luz subía más que con el actual del PP (un 6,9% de media anual entre 2004 y 2011, frente al 1,9% de media entre 2012 y 2013) y ha cargado contra las críticas vertidas por la oposición. Tarea, la de criticar los Gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, en la que se ha visto entusiasticamente secundado por los diputados del Grupo Popular Antonio Erías y Ovidio Sánchez en sus respectivos turnos de palabra.
El socialista José Segura ha hablado de "bandazos" y ha pedido que, "ya que ha intervenido el Gobierno [en el precio de la luz], que lo haga para congelar la factura de la luz igual que ha congelado el salario mínimo". El diputado de CiU Josep Sánchez Llibre –cuyo grupo votó a favor de la ley del sector eléctrico el mismo día que se celebraba la subasta anulada– ha calificado la política del Gobierno de "nefesta e improvisada". La diputada de Izquierda Plural Laia Ortiz (ICV) ha pedido la dimisión del ministro, le ha reclamado que investigue "los culpables" de la "manipulación de la subasta" y le ha reprochado que no haya tomado "ninguna medida contra la pobreza energética". El diputado del PNV Emilio Olabarría, presente en la Comisión gracias a CiU aunque no pertenece a ella, ha calificado de "metajurídicos" los argumentos para anular la subasta. El nacionalista canario Pedro Quevedo también ha reprochado al ministro su gestión.
Pero el ministro no ha contestado a las dudas planteadas en la Comisión del Congreso. ¿Cómo será el recibo de la luz? No lo ha explicado. ¿Perseguirá a los culpables de la "manipulación" de la subasta ahora descrita como "circunstancias atípicas"? No ha dado detalles. Se ha limitado a decir, para explicar las "circunstancias atípicas" que han llevado a anular una subasta e improvisar un precio de la luz en una semana sin tener aún el nuevo modelo definido, que se había "subastado un volumen inferior", que había habido "una rápida retirada de ofertantes, un menor número de rondas de subasta, una diferencia desconocida del 7% entre el precio resultante y las referencias de los mercados, y poca producción eólica, nuclear y precios caros del gas".
Si tan necesario es ahora reformar el sistema de subasta por "deficiente", según sus palabras en el Congreso, ¿por qué no estaba previsto en la ley de reforma del sector eléctrico? Tampoco lo ha dicho. ¿Cómo llega a la conclusión de que, "gracias al Gobierno", según ha afirmado, el déficit de tarifa no ha alcanzado los "10.500 millones en 2013"? Esos datos no los ha dado.
Los datos que no ha dejado de dar, desde el inicio de la sesión a las 17.00 hasta el final, casi cuatro horas después, son que la luz con su Gobierno sube menos que con el anterior. Y ha sentenciado como colofón: "La pobreza energética es una situación que sufren tantas familias por incrementos del 62,3% [acumulado desde 2004 hasta 2011], lo cual estamos combatiendo según demuestran los datos del INE. De haber hecho algo al margen de la Comisión de la Competencia [cuyas recomendaciones ha seguido el Gobierno para fijar la subida del 2,3%] habríamos bajado la luz un 62,3% [dijo entre risas mirando a los escaños socialistas]".