Una vez más, la guerra interna en el Partido Socialista de Madrid (PSM) está a punto de estallar. El anuncio de Maru Menéndez de que no habrá primarias abiertas en la elección del candidato a la Comunidad de Madrid ha incendiado al partido, y el sector crítico contra el actual secretario general, Tomás Gómez, piensa dar la batalla.
La decisión de la dirección del PSOE es que cada federación decida el modelo de primarias que quiere adoptar. Con esta libertad, cada dirección regional socialista elevará una petición a la Ejecutiva de cómo quieren celebrar su proceso interno de elección. Si sólo con el voto de sus militantes, o ir a unas primarias abiertas a toda la ciudadanía, que es como se designará el candidato a la Presidencia del Gobierno. Y, posiblemente, lo que decida cada organización regional del partido tendrá el visto bueno de Ferraz.
La mano derecha de Gómez, el pasado miércoles, dio el paso de anunciar que en Madrid no se aceptarán primarias abiertas, aunque este jueves ya rectificó el líder madrileño. Dijo que sólo asumirá unas primarias en abierto si se hacen en todo el partido, lo que propondrá en el Comité Federal del próximo sábado.
Lo que resulta poco creíble es que quien ganó unas primarias a José Luis Rodríguez Zapatero, frente a Trinidad Jiménez, venga ahora a achicarse ante unas primarias abiertas, que siempre ha defendido. Tanto él como su equipo más cercano.
El motivo está en que Gómez ve fantasmas en cada esquina y sigue pensando que Ferraz le hará la jugada de presentar otro nombre y forzar un pulso que, tal vez, no pueda ganar. Y que sólo lo hará si las primarias las controla su federación.
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Los críticos del PSM presentarán un candidato alternativo a Tomás Gómez
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