Hasta ahora, la estrategia de la política antiterrorista en el PSOE era una materia exclusiva de su secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. El mensaje que el líder del PSOE trasladó a su partido desde el primer momento era muy claro: cumplir aquel punto del Pacto Antiterrorista del año 2001 que, básicamente, consistía en buscar la unidad de todos los demócratas en la lucha contra ETA y respaldar la política antiterrorista que diseñara el Gobierno. No había que hacer oposición sobre esta materia.
Pero en la Ejecutiva Federal del PSOE celebrada este lunes, Rubalcaba llevó el asunto a la dirección de su partido por primera vez desde que es secretario general, para advertir de que se estaban cometiendo graves "errores" en esta materia, que le tenían "muy preocupado" y que había decidido que era el momento de dar un aviso al Ejecutivo, porque no le gusta la deriva que está tomando el tema vasco.
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, fue quien lo escenificó en la conferencia de prensa posterior a la Ejecutiva, midiendo muy bien sus palabras, pero con un mensaje inequívoco. "Vemos que se están cometiendo dos errores que hay que corregir: cuestionar la derrota de ETA y fracturar la unidad de los demócratas".
Valenciano dijo que no era un mensaje al Gobierno, ni al PNV, era simplemente un mensaje político para advertir de estos dos errores que el PSOE percibía, y de los que quería avisar con lealtad, a la vez que para proponer que se debe seguir actuando "con inteligencia política, con consenso y con la ley".
En opinión de algunos dirigentes de la dirección del PSOE, el Gobierno se está dejando llevar demasiado por las presiones de las asociaciones de víctimas más radicales e, incluso, algunas fuentes insinúan, que es el propio Ministerio del Interior quien está filtrando una hipotética vuelta a la violencia de ETA para justificar algunas de sus actuaciones.
Para Valenciano, esto es una gravísima equivocación y aseguró que, aunque al PSOE no le gusta tampoco la foto de los presos etarras excarcelados, dicha imagen es solo "fruto de la derrota de los terroristas, frente a los demócratas".
Rubalcaba, pese a este toque de atención, seguirá intentando mantener sus discrepancias en un segundo plano y, si continúa habiéndolas, quiere comunicarlas y hablarlas personalmente con el Ejecutivo, y opta por no hacer de ello una contienda política.
Pero, pese a esta declaración de principios que quiere mantener el ex ministro del Interior, en la reunión de la dirección del partido decidió que era el momento de poner pie en pared, porque están ocurriendo muchos acontecimientos que al líder socialista no le gustan.
Además, algunas voces del PSOE así lo estaban reclamando desde hace unas semanas, discrepando absolutamente de la política en materia penitenciaria del Ministerio del Interior y de su posición en cuanto a las manifestaciones.
Patxi López no acudió a la reunión de la Ejecutiva Federal, pero no faltaron opiniones dando como necesario este "toque de atención" al Gobierno de Mariano Rajoy, aunque siempre apostando por mantener la unidad de acción frente a la violencia. El PSOE piensa que dicha unidad fue clave en la primera fase del fin de ETA y, ahora, en la segunda fase (la del desarme y la disolución definitiva), es aún más necesaria.