A Marta y a su marido les hizo mucha ilusión recibir el boletín de calificaciones de su hijo. Era la primera vez, porque Pedro tiene apenas tres años, y la cosa, en principio, pintaba bien: de acuerdo con el papel, el pequeño evoluciona bien en su relación con sus compañeros, respeta las normas y asocia correctamente números y cantidades. La lista de los objetivos educativos del trimestre es larga, y todas son buenas noticias. Pero al llegar al final de la segunda página del documento, la sorpresa fue mayúscula. En el apartado Religión figuran tres objetivos: "Entiende que los animales, las plantas y las personas son un regalo de Dios", "Habla con Jesús haciendo uso de la oración 'Jesusito de mi vida'" y, por último, "Muestra interés por conocer la historia de Jesús".
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