El Comité Ejecutivo Nacional es el órgano de debate interno en el PP. Pero no hay que tomarlo al pie de la letra. En la reunión de este miércoles, Mariano Rajoy ha intentado acallar las voces del PP que discrepan sobre la reforma de la ley del aborto con la promesa de que el texto cambiará cuando llegue al Congreso.
A pesar de que Alberto Ruiz Gallardón presumió de que el anteproyecto inicial presentado por su ministerio "no cambiará ni una coma", el presidente del Gobierno se ha avenido a reformarlo y le ha pedido que escuche a todos los barones del PP para "mejorar" el texto. Al terminar la reunión, Mª Dolores de Cospedal, ha asegurado que no le cabe "ninguna duda de que se hará lo posible por mejorarlo y volver a un consenso como el que generaba la ley de 1985".
Aunque la secretaria general ha hablado de "debate enriquecedor", lo cierto es que ninguno de los dirigentes que han expresado su opinión tras la intervención de Rajoy ha entrado a fondo en la discusión ni se han cruzado argumentos. El más crítico hasta ahora, José Antonio Monago, ha repetido su petición de cambiar la ley para sumar apoyos. El presidente extremeño ha dicho "haber sido invitado por Alberto Fabra a hablar", en alusión al reto del valenciano para que dijera en presencia de Rajoy lo mismo que ha dicho hasta ahora en público.
Herrera pide respuestas
Otro de los barones con reticencias, Juan Vicente Herrera, ha reclamado dar respuesta "sobre los debates sociales abiertos" pese a que Pedro Sanz, de La Rioja, considera que la cuestión "solo interesa al PSOE". En el caso de Alberto Núñez Feijóo, ha reclamado cambios después de dejar claro que la reunión "no debía convertirse en el comité del aborto". Por su parte, Celia Villalobos, ha reclamado que el partido dé libertad de voto a sus diputados. Ha sido en balde porque nadie le ha contestado y Cospedal ha aclarado después que eso "no se va a debatir".
Rajoy no ha dicho una palabra sobre el tema durante su intervención inicial. Su intención era hablar de recuperación económica e insistir en que no se celebrará ninguna consulta sobre la independencia de Cataluña. Pero después de que varios asistentes se refirieran al aborto, se ha visto obligado a decir unas palabras para insistir en que se negociará en el Parlamento "sobre este tema tan difícil en el que se mezclan sentimientos". El líder del PP ha defendido que la redacción actual del anteproyecto es "equilibrada" aunque se puede seguir discutiendo.
Gallardón acusa a la izquierda de "superioridad moral"
Gallardón, que ha afirmado que la puerta de su despacho está siempre abierta para mantener reuniones con los barones que se lo pidan, ha cargado después contra la oposición por su "superioridad moral". "El debate es si la izquierda tiene el monopolio e impide que los demás entren en esos asuntos", ha afirmado. Según ha explicado después Cospedal, tanto el ministro de Justicia como Soraya Sáenz de Santamaría y Ana Mato están dispuestos a tener "todas las reuniones que haga falta tener" para que partido y Gobierno se coordinen en este asunto. Curiosamente, la titular de Sanidad se ha mantenido hasta ahora totalmente aparte de esta reforma mientras que la vicepresidenta se ha limitado a opinar que se sentía "tan cómoda como con la ley del 85".
