JPMorgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos, podría pagar hasta 2.000 millones de dólares a las autoridades para cerrar una investigación acerca de si ignoró el fraude masivo de Bernard Madoff, el más importante de la historia de Estados Unidos.
El banco y las autoridades federales estadounidenses están ultimando un acuerdo, que podría anunciarse esta misma semana, por el que la entidad pagaría aproximadamente esa cantidad y otras concesiones a cambio de que no se presenten cargos criminales contra la entidad, indicaron fuentes conocedoras de las negociaciones al New York Times y al canal financiero CNBC.
El pacto entre JPMorgan Chase, la fiscalía federal de Manhattan y los órganos reguladores de Washington incluiría el uso del llamado "acuerdo de acusación diferida", procedimiento usado muy raramente en el sector financiero de este país.
Este tipo de acuerdo supone la suspensión de la inculpación siempre que la parte implicada reconozca los hechos y modifique su conducta.
Parte de la sanción económica que pague el banco se destinará a las víctimas de Madoff, según las informaciones, que no han sido confirmadas por ninguna de las partes.
La investigación, divulgada por The Times a finales de octubre, se centra en si algunos empleados del banco incumplieron una ley federal que requiere que las entidades financieras comuniquen al Gobierno de EEUU actividades sospechosas, ya que JPMorgan Chase era uno de los bancos preferidos por Madoff en sus operaciones.
Madoff, de 75 años, cumple una condena de 150 años de cárcel por la mayor estafa piramidal descubierta en este país, con la que atraía a inversores con la promesa de elevados beneficios y por la que, según sus cálculos, llegó a defraudar unos 50.000 millones de dólares (36.000 millones de euros).
Detenido en 2008, el financiero se declaró culpable en 2009 de once cargos, y actualmente un tribunal federal de Manhattan juzga a varios de sus antiguos colaboradores por diversos cargos relacionados con su presunto papel en la trama.