En su discurso de la Pascua Militar, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha defendido a las Fuerzas Armadas como una institución que sirve para lograr "el bien común de la sociedad, que se sustenta en los principios de la soberanía nacional, y la unidad y la solidaridad entre los españoles". Esta ha sido la frase de mayor contenido político en una celebración marcada por la vuelta del Rey a la actividad fuera del Palacio de Zarzuela tras su última operación de cadera. Un regreso que ha dejado ver que el monarca aún no se ha recuperado completamente.
Juan Carlos de Borbón ha animado en su mensaje a las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil a perseverar en su "ejemplaridad", a "seguir transmitiendo confianza y serenidad", a "continuar trabajando unidos por la seguridad y el bienestar del conjunto de los españoles" y a ser "los primeros en ofrecer y los últimos en recibir".
Lectura dificultosa
Con titubeos y una evidente dificultad para mantener el ritmo del discurso, el monarca ha agradecido el "patriotismo", la "solidaridad" y la "generosidad" demostrada por los miembros de las Fuerzas Armadas y del Instituto Armado, el jefe del Estado ha proclamado: "Nuestra sociedad responderá siempre a vuestra generosidad con su reconocimiento y admiración, como reflejan las encuestas; y yo, como siempre, sentiré el orgullo de ser vuestro Jefe".
Zarzuela ha atribuido los fallos durante la lectura del discurso del rey a la poca luz que había en el atril desde el que ha pronunciado sus palabras.
El rey ha asegurado que tanto él como el príncipe son "plenamente conscientes" del "enorme esfuerzo" que realizan los militares, tras un "duro año", por "mantener las capacidades" necesarias para garantizar la defensa de España y ha advertido de que es "imprescindible" continuar avanzando por la senda que permita obtener "el máximo rendimiento de los recursos".
El rey ha estado acompañado por la reina y los príncipes de Asturias en la ceremonia, a la que asisten representantes de las instituciones del Estado, los tres Ejércitos y la Guardia Civil. La familia real fue recibida en la Plaza de la Armería por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa, Pedro Morenés, y de Interior, Jorge Fernández Díaz.
La ceremonia repitió el formato reducido del año pasado, de modo que no hubo revista a la tropa en el Patio o Plaza de la Armería del palacio, y tampoco el Rey ha impuesto, en su calidad de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, las condecoraciones concedidas a miembros de las comisiones militares, una tradición que desapareció "para simplificar el acto", según explicó entonces la Casa del Rey. Tras los discursos los asistentes se han trasladado al Salón de Columnas para asistir a una breve recepción ofrecida por el Monarca.
Un portavoz de la Casa del Rey ha insistido ahora en dejar claro que la repetición de este formato reducido de la Pascua Militar no obedece a la necesidad de adaptar la ceremonia a las actuales condiciones físicas del Rey y ha precisado que, una vez modificado el protocolo hace un año, quedó consolidado como el que se aplicaría a partir de entonces en todas las ediciones de esta conmemoración.
