Era, además de la subida de la luz, el tema de la semana. La reforma de la ley del aborto no ocupó una sola línea del discurso del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros en la que hizo balance de 2013 y de los dos años que lleva de legislatura. Es más, en sus respuestas ni siquiera llegó a pronunciar la palabra aborto. Utilizó "ese asunto" o "ese tema" para referirse a la ley más polémica de los últimos meses que afecta directamente a los derechos individuales y que ha recibido críticas de la prensa internacional e incluso dentro de su propio PP.
Ante las preguntas de los periodistas fue breve, expeditivo e incluso elíptico. No hizo un análisis del proyecto, no habló de él como una promesa electoral, tal como han hecho otros dirigentes del partido, ni mostró su apoyo explícito al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Tampoco se refirió a las críticas que se han hecho a la ley desde los países europeos ni comentó el apoyo explícito de la ultraderecha francesa de Jean Marie LePen. A todas estas cuestiones respondió con una escueta frase en la que describía la reforma como "equilibrada" y "en la línea de la ley de 1985", una norma "que nosotros no modificamos cuando llegamos al Gobierno en 1996", ha dicho Rajoy. Además destacó que esa norma, que estuvo vigente hasta 2010, fue cambiada "sin anunciarse en ningún programa electoral".
Una de las preguntas al presidente sobre el tema se refirió a las afirmaciones el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, sobre que no se cambiará un ápice del anteproyecto en su trámite parlamentario. ¿Por qué no se aprobó directamente por decreto?, inquirió la periodista Marisa Cruz, del periódico El Mundo. "Hay cosas que no se pueden aprobar con un decreto. Debería usted saberlo", le espetó Rajoy. Y ante la insistencia de otro compañero zanjó: "Es una cuestión del Congreso".
Las críticas internas del partido al proyecto de ley mereció para Rajoy apenas una frase: "Es un tema que a veces produce que haya posiciones diferentes en mi partido y en otras formaciones políticas".
En los últimos días y ante las voces divergentes que comienzan a oírse dentro del PP se especula con la posibilidad de que en el trámite de la ley vuelva a incluirse el supuesto de malformación grave del feto entrelas razones que pueden alegarse para interrumpir voluntariamente un embarazo. Rajoy ha cortado en seco esa reflexión: "No voy a adelantarme a los acontecimientos porque esto ya corresponde al Parlamento.
Pregunta tras pregunta el presidente evitó entrar a las cuestiones que plantea la reforma de la ley del aborto. Incluso hasta el punto de no contestar sobre si se daría libertad de voto a los legisladores del PP sobre este tema esgrimiendo un seco: "Ya he hablado suficientemente".
