La batalla en el seno del Partido Popular por hacerse con el control de Caja Madrid fue de sobra conocida a partir de 2008. También fue sonada la guerra que declaró Esperanza Aguirre al entonces jefe de la caja de ahorros, Miguel Blesa. El propio Blesa lo admitió en un correo electrónico en el que llegó a compararse con Belén Esteban por la relevancia mediática que estaba adquiriendo el conflicto: "Este folletín es tan rico en matices y anécdotas y está tan radiado y contado en la prensa (a veces me siento como Belén Esteban: Blesa se ha comprado un coche... se ha operado de la espalda...) que cualquiera está legitimado a especular sobre las motivaciones y el final ya próximo".
Blesa se quejaba, además, del conflicto que se había generado en torno a su sucesión. "Aquí la realidad es simple, garbancera", expresaba en un correo: "Unos cambian los pactos defendiendo su continuidad y dietas y otros (léase LA OTRA) se han propuesto controlar la Caja al precio que sea para que alguien haga lo que yo no he querido hacer bajo su reinado, así de simple", añadía en referencia a los consejeros de la entidad y la pretensión de Esperanza Aguirre de hacerse con el control de la caja de ahorros.
Los correos de Blesa ponen de manifiesto que él y sus colaboradores seguían de cerca las quinielas sobre el posible sucesor, que finalmente fue Rodrigo Rato, tal y como se barajó en los mentideros internos. Otro de los nombres que sonaba era el de Ignacio González, delfín de Esperanza Aguirre y actual presidente de la Comunidad. "¿Qué te parece?", le preguntó uno de los concejales de Alberto Ruiz Gallardón al jefe de Caja Madrid sobre la opción de González: "Me pega mas para pincharlo que para promocionarlo, valiente disparate", fue la respuesta de Miguel Blesa.
Pero no fue el único calificativo que utilizó Blesa sobre la opción del actual presidente regional: "Es tan extravagante y desvergonzada que parece condenada al fracaso", advirtió. "Dicen que a Rajoy le produce sarpullido", espetó en un correo electrónico a mediados de 2009.
"No estamos muy lejos del final, en septiembre deberían despejarse muchas cosas aunque el proceso culmine en noviembre. Ya nos enteraremos, amigos y enemigos seguirán radiándolo como si fuera un partido del Betis o un combate de boxeo, mejor esto último", bromeó Blesa. Efectivamente, no le quedaba mucho al frente de la entidad financiera que luego tuvo que ser rescatada con dinero público: en enero de 2010, cuatro meses después de enviar esos mensajes, el exdirector gerente del FMI, Rodrigo Rato, ya mandaba en la caja de ahorros.