Los profesionales y activistas urbanos del colectivo Basurama y los miembros de la Asociación de Vecinos de San Cristóbal de los Ángeles han culminado con un año de trabajo la recuperación de un gran espacio urbano, antes degradado, bajo el viaducto de una autovía al sur de Madrid.
La iniciativa se ha desarrollado en diversas actuaciones. La primera fue la limpieza del espacio; la segunda, la decoración y pintura de las grandes columnas tableros en la parte interior de la infraestructura. Finalmente, en las dos últimas semanas, arquitectos, vecinos y también un grupo de carpinteros llegados ex profeso desde Francia han diseñado y montado unas estructuras de madera "cuya función debemos abstenernos de definir", explica el fundador de Basurama, Juan López-Aranguren.
Conforman un escenario que, en combinación con el resto del espacio recuperado, podría llegar a parecerse a un centro de espectáculos. Sin embargo, "no debe serlo porque, si no, se justificaría la intervención del Ayuntamiento de Madrid para demoler la obra, dado que podría considerarse un teatro –asegura López-Aranguren–. De ser un teatro, el permiso de construcción y explotación corresponde al municipio, y el equipo de Ana Botella no está dispuesto a concederlo".
Una segunda oportunidad
El valor de estructurador social y recuperador para el barrio de un espacio degradado de la iniciativa de Basurama se ve enriquecido con una circunstancia que le confiere un fuerte valor simbólico. Los materiales que se han utilizado en el montaje del escenario son maderas de muy buena calidad. Provienen de los desechos que se producen con la construcción en el norte de Madrid de la Ciudad del BBVA, nueva sede del segundo mayor banco de España.
"Con lo que desechan algunos que andan sobrados de todo, los que no poseen casi nada se esfuerzan por ofrecerles una segunda oportunidad de ser realmente útiles", afirma López-Aranguren. Las maderas utilizadas en la construcción del escenario bajo el puente de San Cristóbal de los Ángeles tuvieron su primer y efímero uso para completar los dibujos del forjado en algunas fachadas de la ciudad del BBVA.
En la construcción de la estructura del escenario bajo la autovía, Basurama ha contado con la colaboración de la embajada francesa en España. En base a sus gestiones, once carpinteros franceses que trabajan bajo el nombre de 'Collectif Etc' han aportado sus conocimientos en el tratamiento de las maderas en la actuación de San Cristóbal de los Ángeles.
Basurama se define a sí misma como "una empresa de diseño social". Fue fundada en Madrid en 2001 y desde entonces ha reformado espacios urbanos degradados en más de 50 ciudades en todo el mundo; entre otras, Lima, Buenos Aires, São Paulo, Niamey, El Cairo, Bangkok o Seúl. Está integrada por ocho arquitectos y un ambientalista. El objetivo de su actuación es recuperar espacios degradados en colaboración con colectivos locales, ofreciendo "una segunda oportunidad a materiales que han sido desechados por una sociedad derrochadora y a los que denominamos basuras".
Ciudad BBVA
La Ciudad BBVA es un macro proyecto por el que se está construyendo la nueva sede social del segundo banco español sobre una superficie de 114.000 metros cuadrados y una inversión de 620 millones de euros. La estructura principal del complejo está compuesta por una decena de edificios de tres plantas. Estas construcciones están separadas "por patios vegetales" en cuyo dibujo se utilizaron las maderas que han terminado convertidas en una especie de escenario bajo el puente de la autovía de San Cristóbal de los Ángeles.
Cuando esté terminada, la Ciudad BBVA será el centro de trabajo de 6.500 empleados de la entidad. Se trata, prácticamente, de la misma cifra de profesionales que trabajan en la ciudad financiera del Santander, en Boadilla del Monte, también en Madrid.
