Una persona ha aparecido muerta esta madrugada en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona, recinto en el que se recluye a inmigrantes irregulares pendientes de expulsión a su país. De origen armenio, este ciudadano llevaba 12 días interno en el centro, a la espera de ser enviado a su país. Esta madrugada, hacia las 3 h, el personal del CIE se lo ha encontrado colgado en su celda -para lo que habría usado los cordones de su calzado-, según han confirmado fuentes de la Policía Nacional.
Las mismas fuentes policiales explican que ya se ha abierto una investigación interna para conseguir más detalles de la muerte, y que se ha avisado tanto al juez de guardia como al que tramitaba su proceso de expulsión. Según la Policía Nacional, se trataba de una persona "conflictiva" que tenía antecedentes por robo con violencia y tenencia de armas, y que había conmutado una pena inferior a seis años de prisión por su expulsión del país.
La versión de la Policía Nacional, además, es que el interno se encontraba antes de su muerte solo en su celda, sin compañía, en lo que desde el CIE llaman habitaciones reservadas para personas conflictivas y que los colectivos y abogados que trabajan para el cierre de estos centros denominan celdas de aislamiento.
La de este ciudadano armenio es la segunda muerte en el CIE de la Zona Franca, después del caso del joven guineano Idrissa Diallo, que falleció la noche de reyes de 2012, a los 21 años, por un problema cardíaco. En su caso, las organizaciones de defensa de los derechos de las personas migrantes siguen pidiendo que se aclare la situación de la muerte, porque ven indicios de que no se atendió a Diallo hasta un tiempo después de que evidenciara dolencias.