No hay manifestación que valga al PP. Después de que para Rajoy pesara más la "mayoría silenciosa" que los protestantes, ahora la de este sábado, donde miles de personas clamaban por la dimisión de Alberto Fabra tras el apagón de RTVV, no fue "suficientemente numerosa" para que el president de la Generalitat abandone el cargo.
De este modo se desentendía el vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, de la manifestación de miles de personas que salieron a las calles de Valencia y Alicante protestando por lo que entienen por un recorte de derechos a ser informados por una televisión pública en lengua propia, con periodismo de calidad y que ofrezca información de proximidad. No obstante Císcar afirma que "se tenía que cumplir el mandato de una ley que emana de las Corts, la supresión de un servicio público" que, por otra parte, ha matizado: "No es un servicio público obligatorio para el Estatuto de Autonomía".
El vicepresidente de la Generalitat Valenciana, José Císcar, en una entrevista a la cadena SER ha asegurado este domingo que en el apagado de la señal de Radio Televisión Valenciana llevado a cabo el viernes "se primó sobre cualquier otra cuestión que los cuerpos y fuerzas de seguridad no tuviesen que emplear ningún tipo de fuerza policial" y ha celebrado que esto "felizmente se consiguió". Ciscar aseguraba al ser preguntado por el fundido a negro de Nou que, desde el Gobierno valenciano, se vivió "con mucha preocupación".
En todo caso, ha recalcado que el apagado es una cuestión "técnica" que la comisión liquidadora gestionó contactando con una empresa experta en telecomunicaciones, con lo que la manera de llevarlo a cabo no es una decisión política, ha argumentado.
"Preferimos que se nos haya criticado por la duración en las labores de apagado que no que se nos hubiese criticado por haber tenido que emplear la policía su fuerza; la otra imagen hubiera sido mucho más dañina", ha incidido Císcar, quien también ha señalado que la dilatación del proceso se debió al tiempo que tardó el juzgado en conceder la autorización para proceder al corte de las emisiones "ante la oposición de los trabajadores", que hizo a partir de ahí que "todo fuese mucho más fácil".
Asimismo, ha recordado que antes del cierre de RTVV el Consell ha tenido que acordar "prescindir de muchas cosas, por ejemplo en política de grandes eventos a pesar de tener contratos firmados", como es el caso de la Fórmula 1.
"En el caso de RTVV, y eso tiene que quedar bien claro, el Gobierno valenciano diseñó el modelo de RTVV y el tamaño que nos podíamos permitir y luego las circunstancias de sobra conocidas no han dejado que lo pudiéramos hacer efectivo", ha aseverado.
También ha indicado que "la propuesta de última hora que hizo el comité de empresa tampoco nos daba mucho margen en cuanto que duplicaba los gastos para un segundo ERE respecto del primero y contenía cuestiones que eran totalmente inasumibles".
Císcar reparte culpas
Cuestionado sobre si se considera responsable de esta situación, ha señalado que el Consell es "responsable total y absolutamente de dar una directriz política que era la de realizar un ERE" y "a partir de ahi la dirección de la empresa intentó un acuerdo" que no se consiguió, y "en el proceso de ejecución se tomaron algunas decisiones por los órganos de administración que han conducido a la nulidad". Así, ha admitido: "Es verdad que todos somos un poco responsables en ese sentido".
Por último, preguntado sobre cómo se sintió el viernes ante el plante de los periodistas en la rueda de prensa convocada tras el pleno, ha confesado que "con tristeza, evidentemente", aunque "con la tranquilidad al igual que el resto del Gobierno y el presidente", confiados en que se han tomado "las decisiones que teníamos que tomar".
Ha reiterado, en este sentido, que las prioridades del Ejecutivo valenciano son la educación, la sanidad y las políticas sociales y "si para eso tenemos que sacrificar otras cosas, no nos queda otro remedio".