El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, se ha reunido este domingo con sus más cercanos colaboradores en las afueras de Kiev para estudiar la posibilidad de decretar el estado de excepción ante los disturbios en la capital, informaron fuentes gubernamentales.
"Se está estudiando qué hacer. Es muy probable que a partir de mañana se decrete el estado de excepción, pero es algo que aún no se ha decidido", dijo una fuente del Ejecutivo citada por RBK-Ukraini. Agregó que, de llegar adoptarse, la medida extraordinaria "probablemente" sólo afectará a la capital ucraniana.
Centenares de miles de manifestantes de la oposición se reunieron este domingo en Kiev para protestar contra el presidente y a favor de la integración en la UE. El Gobierno puso fin a las negociaciones con Bruselas y la oposición lo interpretó como una victoria del presidente ruso, Vladimir Putin, y de los grupos ucranianos que dan prioridad a la relación con Moscú.
Un grupo de manifestantes partidarios del dirigente nacionalista Oleh Tiahniboh llegaron a ocupar parte de las dependencias del Ayuntamiento de la capital ucraniana. "Hoy, nuestros chicos han tomado el Ayuntamiento de Kiev", ha anunciado Tiahniboh ante las miles de personas concentradas en la plaza de la Independencia de la ciudad, epicentro de las protestas.
"Kiev, right now." RT @tutbyКиев прямо сейчас. #євромайданpic.twitter.com/3yGVCtZSwg via @OliverBullough
— Mark MacKinnon (@markmackinnon) diciembre 1, 2013
Los manifestantes se instalaron en la icónica plaza, donde en 2004 tuvo lugar la llamada Revolución Naranja, a pesar de la prohibición de celebrar allí mítines decretada por un tribunal de Kiev este sábado, después de que en la madrugada del sábado fuera dispersada violentamente una protesta por fuerzas antidisturbios.
Los policías que custodiaban la plaza de la Independencia, donde se estaba montando desde este sábado un gigantesco árbol de Navidad para las fiestas, desaparecieron ante la llegada de los opositores, pero después cargaron con violencia en otros puntos de la ciudad.
Al frente de la columna iban los líderes de los partidos opositores ucranianos que convocaron para hoy la "veche" (asamblea popular) en protesta por la negativa del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, a firmar un Acuerdo de Asociación con la UE y por la represión ejercida contra los manifestantes el sábado.
Varios de los jóvenes opositores escalaron la estructura metálica del árbol de Navidad para colocar allí sus banderas, mientras otros gritaban "Fuera, banda (el Gobierno)" o "Abajo el árbol de Navidad".
En esa misma plaza tuvo lugar en 2004 la llamada Revolución Naranja en protesta por el fraude electoral en las elecciones presidenciales que dieron la victoria precisamente a Yanukóvich, y que finalmente fueron repetidas.
Antes de llegar a la plaza, a su paso delante de una estatua de Lenin, el fundador del Estado soviético, numerosos participantes en la protesta comenzaron a gritar "vergüenza" a los agentes que la custodiaban. Por la noche un grupo intentó derribar la estatua, que pasó a ser protegida por los antidisturbios.
Los principales grupos de la oposición se han desmarcado de los incidentes más violentos, como los ocurridos junto a la estatua de Lenin. Afirman que se trata de grupos de provocadores que intentan provocar a la policía para que aumente la represión.
