Las empresas alimentarias españolas ingresan casi 86.000 millones de euros, el 14% de lo que factura todo el sector industrial, y representan cerca del 7,6% del PIB español. Unas cifras que en ocaiones hacen olvidar los problemas del sector, la necesidad de transformación y, en cierta medida, de profesionalización de su gestión. Las crisis de Nueva Rumasa, Panrico, Pescanova, Sos Cuétara o las luchas por el poder en Vega Sicilia o Gullón son el síntoma de las dificultades de unas empresas que no serán iguales una vez se supere la crisis económica. ¿Pero qué necesita el sector para sobrevivir y, si es posible, ser más fuerte? En el último capítulo sobre la crisis de la industria alimentaria se analiza el futuro del sector.
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