La Fiscalía ha advertido del riesgo de una posible escisión en el seno de la banda terrorista ETA que "generaría un riesgo mucho más elevado de ejecución de atentados terroristas". Ha concretado, además, que la posición "más intransigente" la mantienen "algunos cualificados militantes de ETA actualmente encarcelados en Francia, entre los que se encuentran los últimos jefes del aparato militar de la organización terrorista", según se desprende de la Memoria del Ministerio Público hecha pública este lunes. El Ministerio Público apunta que los cabecillas de este grupo de disidentes son los dirigentes que fueron juzgados el pasado mes de febrero por el Tribunal de Primera Instancia de París, Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', Aitzol Iriondo, Jurdan Martitegi y Mikel Carrera Sarobe, 'Ata'.
Indica que su postura quedó reflejada en el comunicado que hicieron público durante la vista oral y en el que lamentaban "el daño causado" por la organización, que restringían al ocasionado a los ciudadanos "sin ninguna responsabilidad en el conflicto".
La Fiscalía achaca el riesgo de escisión a que la iniciativa de la banda de declarar el cese definitivo de su actividad armada fue fruto "de una reflexión interna de un reducido núcleo de dirigentes y militantes cualificados con muchos años de clandestinidad a sus espaldas".
No obstante y debido a la debilidad operativa y a la vulnerabilidad de los canales informativos internos, ETA no realizó un proceso asambleario con todos sus militantes, "como requería una decisión tan importante", dice la Fiscalía, que reconoce que la iniciativa "está asentada y asumida por la gran mayoría de los militantes de ETA".
"La falta de un debate asambleario interno en ETA ha generado serias contradicciones y críticas entre una minoría de militantes, unos por el mero hecho de no ser consultados, y otros porque están en contra de la decisión tomada. Esas críticas también se han detectado en determinados sectores de las organizaciones del entramado de apoyo a ETA, si bien se trataría de grupos minoritarios de militantes muy radicales, de ideología marxista-leninista, situados ideológicamente muy a la izquierda de la propia Batasuna", especifica la Memoria.
El Ministerio Público desvela que la banda se encuentra en la actualidad "en plena remodelación organizativa que gira sobre la potenciación de su departamento político y de comunicación, y la integración de sus estructuras militares en el departamento logístico de la banda terrorista".
"Esas críticas y discrepancias tanto de miembros de ETA como de dirigentes y militantes de organizaciones del entramado de apoyo a la banda terrorista constituyen un importante foco de atención informativa e investigadora para las Fuerzas de Seguridad del Estado al objeto de poder valorar la evolución estratégica de todo el entramado de la organización terrorista y una posible escisión dentro de la banda", agrega.
La Fiscalía indica, además, que el nivel de amenaza representado por ETA en España se ha reducido pero advierte que no puede afirmarse que ese riesgo haya desaparecido al mantener todavía su estructura operativa y, en consecuencia, la posibilidad de cometer atentados terroristas en cualquier momento.
La disolución, arma de chantaje
Agrega que la organización terrorista no ha expresado "ninguna intención de disolverse" y que "todo indica que con su sola presencia intenta mantener de facto un tutelaje efectivo del proceso, con la disolución definitiva como arma de chantaje". En su opinión, la pervivencia de la banda continua siendo, "una realidad" como demuestra la actividad detectada en Francia, donde sigue desarrollando una gran parte de su actividad delictiva.
El Ministerio Público advierte también sobre las coaliciones Bildu (y Amaiur que --dice-- ha supuesto para la izquierda abertzale el mayor proceso de acumulación de fuerzas, la ruptura del ciclo de ilegalizaciones, la puesta en marcha del polo soberanista y la entrada en las instituciones.
"El objetivo es instrumentalizar estas últimas para la consecución de sus objetivos: obtener una mayoría política y social que le permita alcanzar un acuerdo político con el Estado en el que se recojan sus reivindicaciones políticas, o de no producirse dicho acuerdo, favorecer y promover iniciativas unilaterales favorables a la independencia", dice
La Fiscalía concluye que no se puede descartar que, en el caso de que los acontecimientos futuros no sigan el camino diseñado por ETA, "su dirección pudiera cambiar su actual estrategia y retornar a anteriores posiciones".
La Memoria recuerda que en el año 2012, al igual que en los dos anteriores, no se cometió ninguna acción terrorista protagonizada por ETA en territorio español. Los últimos atentados terroristas se perpetraron en el año 2009, dos de ellos con víctimas mortales.
A pesar de ello, la cifra total de detenidos por su vinculación con la banda ascendió a 50, cifra inferior a los 82 del 2011, de los que 23 han sido detenidos en España y 27 en el exterior, 20 en Francia, seis en el Reino Unido y uno en Italia.