La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) tiene sus días contados. El 7 de octubre inicia su andadura el nuevo súperreguladorque asumirá todas las competencias de los siete organismos, incluido el de las telecos, que ponían orden en el mercado hasta ahora. En el trasvase, el titular de Economía Luis de Guindos ha aprovechado la transformación para arrebatar un volumen significativo de competencias en materia regulatoria y dejarlas al amparo del Gobierno, en este caso, bajo el abrigo del minsterio de Industria.
Desde la CMT se pasarán a la cartera de José Manuel Soria de los servicios siguientes: el registro de operadores de telecomunicaciones, el pago de las tasas de esos mismos operadores, la gestión de la numeración telefónica y la portabilidad, la base de datos de abonados y el control del acceso de la banda ancha fija en el interior de los edificios. El trasvase de poder del ámbito del regulador al administrativo se consagrará en el texto de la nueva Ley General de Telecomunicaciones cuyo proyecto prevé aprobar de inmediato el Consejo de Ministros.
El sector de las telecomunicaciones se siente especialmente perjudicado, tal y como pusieron de manifiesto muchos de los intervinientes en el curso organizado por la patronal Ametic en Santander en los primeros días de septiembre. En ese foro salió a colación el contencioso planteado por Orange, Vodafone y Ono ante el pacto de MoviStar y Yoigo y las colaboraciones en acceso en banda ancha fija a los hogares entre Jazztel y Telefónica y entre Orange y Vodafone. En la resolución de ambos conflictos se daba por hecho que el Ministerio de Industria ganará peso en detrimento de la CNMC.
Consejeros no especializados
Tras conocerse los nombres de los consejeros del nuevo súperregulador, han saltado las alarmas entre las empresas y profesionales de las telecomunicaciones. Ninguno de los responsables del primer nivel de la CNMC tienen formación, experiencia ni conocimiento sobre el funcionamiento, los actores, la regulación o las ofertas en un sector que, junto a la energía, se considera clave para la economía española. Ahora la patronal Ametic y sus asociados se encuentran expectantes ante el inminente nombramiento de los directores generales de la CNMC y en especial del perfil y la capacitación profesional de quien sea designado para dirigir el área de telecomunicaciones. Fuentes del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones aseguran que “todos estamos temerosos ante la posibilidad de que la elección no sea la adecuada y, en la práctica nos quedemos sin un interlocutor competente”.
Desde que en febrero pasado se aprobó la fusión de los reguladores en un solo organismo, la dirección y el cuerpo de técnicos de la CMT ha reaccionado con pasividad ante lo inevitable de su destino. Sin embargo, tras la constatación de que los 130 trabajadores del organismo pasarán al nuevo ente, pero sin garantías ante futuros recortes, y la certeza de que ningún directivo de la actual CMT se sentará en el consejo del súperregulador, fuentes sindicales han asegurado que la plantilla acelera en estos días la tramitación de los importantes asuntos que aún tiene entre manos. Son conscientes de que si no los concluyen en las próximas tres semanas, su resolución, en una parte significativa de los casos, no será ya asunto de la CNMC. Pasará directamente a las manos del Ministerio de Industria.
Pacto Movistar-Yoigo
Un buen ejemplo de la incertidumbre que se ha generado en el sector de las telecomunicaciones a causa de la inminente desaparición de la CMT, la creación de la CNMC y el protagonismo que gana Industria lo encontramos en el proceso de acciones y reacciones que provocó el pasado uno de agosto el anuncio de los acuerdos de roaming entre Movistar y Yoigo, tanto para telefonía fija como para telefonía móvil. Las reclamaciones presentadas ante las autoridades competentes en la materia por los principales detractores del pacto, Vodafone, Orange y Ono, han tenido que multiplicarse. Las tres operadoras han dirigido sus alegaciones a las casi difuntas CMT y CNC, a la no nacida CNMC y, por supuesto a Industria y Economía.
Nadie sabe a ciencia cierta quién, cómo, ni cuándo se tramitarán tales alegaciones y quién será el encargado de dirimir los límites de una concentración que afecta al reparto radioeléctrico adjudicado en su día por concurso, a la posición de un operador con peso significativo en el negocio y al estrechamiento de la competencia en el mercado.
Cabe recordar que el diseño del nuevo superregulador tiene como origen una petición de Telefónica a la auditora PriceWatersHouse Coopers donde trabajaba Luis de Guindos para diseñar un único supervisor en el mercado español. Algunas de las propuestas de la auditora han sido plasmadas literalmente en el nuevo proyecto.
El todavía presidente de la CMT, Bernardo de Lorenzo, ha confirmado que los servicios de este regulador están trabajando a toda maquina con el objetivo de tener un dictamen sobre la colaboración MoviStar-Yoigo antes de que se extinga el próximo 7 de octubre.