Decenas de manifestantes y representantes de partidos políticos se han dado cita en la librería Blanquerna, delegación de la Generalitat en Madrid, en repulsa por los actos vandálicos cometidos por grupos ultraderechistas en la tarde de ayer. Durante un acto de celebración de la Diada, unos quince individuos irrumpieron en la sala de manera violenta proclamando "No nos engañan, Cataluña es España".
A partir de las 20.00 horas las inmediaciones de Alcalá 44 comenzaban a llenarse de manifestantes y representantes públicos a raíz de una convocatoria nacida en las redes sociales. Entre ellos se encontraban el delegado de la Generalitat en Madrid, Josep María Bosch, y el diputado de CiU Pere Macias. Bosch ha agradecido "todas las llamadas y correos de apoyo que he recibido", entre los que se encuentran el del ministro de interior Jorge Fernández Díaz. En este sentido, ha agradecido la unánime condena política, así como la actuación de la policía, que se ha saldado con la detención de 12 de las 15 ultras que irrumpieron en el acto de Blanquerna.
El delegado ha enfatizado que "a día de hoy, los que escogen la violencia son marginales". "La irrupción de la violencia es algo anecdótico, espero que no tenga continuidad", ha señalado. A pesar de ello, y ante el creciente clima de crispación a hecho un llamamiento a que, independientemente de lo que dictamine la justicia, todos los ciudadanos defiendan la libertad y la democracia y que tengan en cuenta que "cuando la libertad del vecino es agredida, la nuestra también está en peligro".
Bosch no ha querido señalar a ningún partido en concreto, dado que "en esto estamos unidos, no hay divisiones", pero ha responsabilizado a determinados medios de favorecer un clima de crispación. "Algunos medios, unos más que otros, han usado un tono agresivo. Debemos hacer un esfuerzo de autocontención", ha señalado al respecto. El diputado de CiU, Josep Sánchez Libre, también había mostrado este jueves su preocupación por el "sentimiento radical de catalanofobia".
Entre los asistentes se encontraban representantes de Izquierda Unida y EQUO, formaciones que se habían adherido a la convocatoria. José Antonio Moreno, responsable de Derechos Humanos de IU, ha denunciado que "lo de ayer no es una anécdota, sino un atentado contra la libertad de expresión y reunión. Rechazamos la brutalidad fascista". Moreno también ha pedido "firmeza institucional contra los que no respetan la pluralidad de España" así como la "ilegalización de aquellos grupos que atentan contra los derechos que nos hemos dado".
Por su parte, Ramón Linaza, coportavoz de EQUO Madrid, ha lamentado que regresemos "a tiempos que pensamos superados", cuando la extrema derecha protagonizaba actos violentos en la calle. Linaza también ha pedido que se ilegalicen estos grupos. Para Inés Sabanés, también de EQUO Madrid, lo acontecido ayer es el último capítulo de una historia protagonizada por "unos grupos radicales que, en el pasado, también han organizado campañas contra los inmigrantes".