"Que proceda a su desarme y su disolución, ante quién lo haga no importa, si es verificable". Es la respuesta de Iñigo Urkullu a las informaciones que apuntan a que ETA quiere entregar las armas pero el Gobierno central no se lo facilita. El lehendakari ha hecho estas declaraciones ante los medios de comunicación tras su reunión esta mañana con el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, en Ajuria Enea.
Urkullu ha exigido a la banda su disolución "sin contraprestaciones" porque "la paz no tiene precio". En este sentido ha explicado que "no entendemos una política penitenciaria como una contraprestación a lo que tiene que ser una respuesta de ETA a la exigencia de la sociedad que es la del desarme y la disolución".
El lehendakari ha pedido a instituciones y partidos políticos que trabajen por la normalización "desde el respeto a la legislación existente", y este sentido ha puntualizado que "el respeto a esa legislación nos lleva a pensar que la política penitenciaria tiene que cumplir el objetivo de la reinserción", y cumplir la Constitución conlleva "aplicar lo beneficios penitenciarios" que en ella se recogen.