La visita del médico. Eso ha sido, más o menos, lo que ha hecho Mariano Rajoy en Zaragoza: foto en la Expo, declaraciones insustanciales, reunión a contrarreloj con los alcaldes y foto final en el socavón de la ARA A-1. No ha pisado barro el presidente. Ni siquiera ha ido a alguno de los pueblos afectados por las riadas. Como él mismo ha señalado para excusarse: “Es un viaje organizado, yo voy donde me llevan”.
Después de su fugaz visita a la Expo, ha confirmado la aprobación en el Consejo de Ministros de esta misma mañana del Real Decreto Ley por el que se adoptan Medidas Urgentes. No ha concretado, sin embargo, nada sobre las mismas; a diferencia de lo dicho por la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que cifró en 60 millones de euros la aportación gubernamental para limpiar el cauce del Ebro, además de 11,5 a repartir entre Aragón, Navarra y La Rioja.
Rajoy se ha limitado a señalar que la cantidad, ahora mismo, no se puede calcular y que aportarán “todo lo que sea preciso” para conseguir que la situación vuelva a ser la misma que antes de las inundaciones.
En la breve rueda de prensa ha repasado algunos de los puntos más importantes aprobados hoy como la extensión de la aplicación de las medidas a los daños que puedan producirse, por otros temporales, hasta el 31 de mayo de 2015 y la ampliación, de uno a dos meses, del plazo para presentar reclamaciones de ayudas.
Este Real Decreto, como afirmó ayer el consejero de Política Territorial e Interior el Gobierno de Aragón, Antonio Suárez, se complementará con otro que está preparando la administración autonómica y que servirá para que los afectados queden “en una situación patrimonial similar a la que tenían antes de la riada”.
Desde el Gobierno de España han informado de que los daños totales alcanzan los 105,7 millones de euros. Las primeras estimaciones indican que han quedado anegadas cerca de 20.000 hectáreas de terreno y que 1.500 personas fueron desalojadas.
La reunión con los alcaldes
Las explicaciones de Mariano Rajoy no han convencido a los alcaldes de los municipios que se han reunido con él. Un encuentro que no ha durado más de 20 minutos y al que algunos llegaban bastante indignados. El primer edil de Remolinos y presidente de la Comarca Ribera Alta del Ebro, Alfredo Zaldívar (PSOE), ha responsabilizado directamente al Gobierno central y al autonómico de lo sucedido.
Según las hemerotecas, ha dicho, esta había sido la avenida más pequeña de las últimas siete, “pero la más catastrófica”. Ha reivindicado que el río se limpiara, se dragara y se mantuviera en condiciones porque "parece que algunos pretenden que el agua pase por las plazas de nuestros pueblos, y eso no lo vamos a permitir”, ha afirmado.
La última foto en el socavón de la ARA A-1
Acompañado de la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi; del consejero de Obras Públicas, Rafael Fernández de Alarcón, y del delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, Rajoy ha finalizado su recorrido visitando el punto de la ARA A-1 que se derrumbó el pasado día 2 de marzo.
Muy lejos de la, todavía, abundante agua, el presidente del Gobierno ha departido durante unos minutos con representantes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Cruz Roja, Bomberos de la Diputación de Zaragoza, Guardia Civil, Protección Civil y Servicios Sociales de la Diputación General de Aragón.
Y así, en un visto y no visto, ha finalizado la ansiada visita de Mariano Rajoy a tierras aragonesas. Apenas hora y media con demasiadas fotos y pocas medidas.